Mini Cooper S Convertible 2025: una semana destapado por la ciudad y sí, me enamoré un poco
- Diego Gil
- 17 nov
- 3 Min. de lectura

Llevo siete días manejando el Mini Cooper S Convertible 2025 y tengo que ser honesto: cada vez que bajo el techo, siento que debí haber nacido en Miami .
Lo primero que notarás apenas te subas
La pantalla circular OLED de 9.5 pulgadas está justo en el centro del tablero con una resolución tan nítida que por un momento pensé que había comprado un iPad con llantas. Puedes cambiar los temas, poner paisajes de fondo y hasta activar el modo Go-Kart que le da unos gráficos estilo videojuego de carreras.
Pero aquí viene mi único drama existencial: después de una semana todavía busco el velocímetro detrás del volante. Y sí, todos los que van contigo pueden ver exactamente a qué velocidad vas, lo cual no es ideal cuando tu copiloto es tu mamá.
El motor que hace que valga la pena
Debajo del cofre vive un motor turbo de 2.0 litros con 201 caballos de fuerza y 300 Nm de torque. Mini dice que llega de 0 a 100 km/h en 6.7 segundos, pero después de esta semana puedo asegurar que es más rápido.
La transmisión es una DCT de siete velocidades que cambia rápido y sin drama. Aquí es donde tengo que poner mi cara de crítico: ya no existe opción de transmisión manual. Para los puristas esto es un crimen imperdonable. Y para empeorar las cosas, la versión S tampoco trae levas al volante.
La capota que se vuelve tu mejor amiga
El techo se baja en 18 segundos mientras manejas a velocidades de hasta 30 km/h, perfecto para cuando ves que se está abriendo el cielo en plena tarde chilanga. Hay una función que me encanta llamada Openometer que registra cuánto tiempo has manejado con el techo abajo durante toda la vida del auto. Es completamente inútil pero adictivo. Después de esta semana traigo 11 horas registradas y me siento orgullosamente irresponsable.
Interior y espacio real
Los asientos son cómodos, tienen masaje y están forrados con un material reciclado que se siente premium. El volante deportivo con calefacción es un detalle que agradeces en las mañanas frías de enero.
Seamos realistas: los asientos traseros son una mentira decorativa. Si mides más de 1.60 metros, tus rodillas van a terminar en tu pecho. La cajuela tiene apenas 141 litros de capacidad, caben dos maletas pequeñas. Si vas al Costco, olvídalo. Este auto es para salir de fin de semana con lo justo y necesario.
El manejo que justifica todo
Aquí es donde el Mini Cooper S realmente brilla. Se siente ágil, directo y con ganas de meterse en cada curva de la carretera a Cuernavaca. En modo Go-Kart la suspensión se pone más firme y el acelerador más sensible. No es que de repente te conviertas en piloto de F1, pero sí te sientes más conectado con el auto.
Un detalle que noté: cuando aceleras fuerte, el torque steer es real. El volante jala un poco hacia un lado, pero es predecible y hasta le da personalidad.
Lo que te va a costar
El precio arranca alrededor de los 770 mil pesos, que para ser un convertible está accesible en estos tiempos donde casi cualquier auto descapotable cuesta más de un millón. El consumo de combustible es de 12.7 km/l combinados, pero yo apenas llegué a 10.6 km/l. Probablemente tenga algo que ver con que pasé la semana en modo Go-Kart más de lo necesario.
Después de siete días
Este Mini no es práctico. No es espacioso. No tiene manual. Pero honestamente, después de una semana manejándolo, nada de eso me importó tanto como pensé. Es un auto que te hace sonreír cada vez que lo ves estacionado y que convierte un viaje al súper en algo más interesante. ¿Lo comprarías como tu único auto? Probablemente no. ¿Lo comprarías como segundo auto para los fines de semana? Absolutamente.








Comentarios